Releyendo "Historia de dos ciudades" de Carlos Dickens, quiero compartir con ustedes el siguiente párrafo:
..."Era el mejor y el peor de los tiempos, era la edad de la sabiduría y de la estupidez, la época de la fe y de la incredulidad; la estación de la luz y de las tinieblas; era la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. En suma, era aquel período tan semejante al actual, que uno sentía la vida deslizarse blandamente cuesta abajo, hacia una inhumana sentencia"...
Este párrafo me motivo a escribir, la siguiente semblanza :
El Beneficio de la Duda
Nuestros ojos miran al mundo sin ingenuidad, sobrellevando imágenes que laceran nuestro juicio. A esa visión es necesaria ponerla entre signos interrogatorios..
Para poder satisfacer nuestra honestidad debemos rehusar caer en los lugares comunes de la sabiduría popular, donde sólo es por pereza que tanta gente coincide. Debemos dirigir nuestra búsqueda estética al ritmo de nuestras sensaciones, sabiendo que detrás de lo que hace al arte ser,está el hombre.
Debemos descubrir qué moral disimulan los políticos de turno, para saber que tipo de historia nos proponen y qué lugar ocuparemos en ella.
Debemos saber que el hombre es bueno o malo según asuma su libertad o la niegue.
En fin, la nuestra es una auténtica aventura espiritual porque no debemos reconocer divorcio entre pensamiento y vida
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2 comentarios:
Oscar: muy lindo texto. No lo conocía. ¡Gracias por compartirlo!
Agustina Aquilano
Okis, escribi mas.
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